Estamos atravesando una época donde frecuentemente se asoma la pregunta de si los remakes, remasterizaciones y ports son correctos o quizás no tanto. Una cuestión que se desprende de aquel debate es si es necesario o no y, personalmente, creo que depende en sí de qué título estemos hablando. En el caso de Castlevania Dominus Collection y las entregas que la integran, considero que sí, ya que posibilita que muchos usuarios que no pudieron jugar los lanzamientos originalmente, puedan hacerlo ahora sin limitaciones de consolas.
Adentrándonos en esta colección, la misma incluye principalmente tres juegos, Castlevania: Dawn of Sorrow, Castlevania: Portrait of Ruin y Castlevania: Order of Ecclesia. Junto a ellos también se ofrece la posibilidad de disfrutar de Haunted Castle y Haunted Castle Revisited, la versión original y renovada de uno de los primeros exponentes de la franquicia en llegar a los arcades, en 1987.
Los primeros tres mencionados debutaron de manera inicial en Japón en 2005, 2006 y 2008, respectivamente. Su publicación estuvo orientada a Nintendo DS y hasta la fecha no habían alcanzado otras plataformas, fuera de aquel ecosistema. Luego de mucha espera, ahora podemos iniciar aquellas aventuras también en Xbox Series X|S, PlayStation 5, PC (Steam) y Nintendo Switch.
En relación a ellas, uno de los factores que más curiosidad me daba antes de empezar a jugarlas, era cómo estaría planteada la doble pantalla que supo caracterizar a la DS. Y terminó por sorprenderme lo bien optimizado que está organizado el espacio en el monitor, de hecho diría que tenemos la representación de tres paneles, en vez de dos. Es que antes la información del protagonista compartía ‘screen’ con otros aspectos del juego y debíamos presionar un botón para ir consultándola. Ahora no. En mayor proporción vemos el desenlace del juego, mientras que al costado se conserva la data que veíamos en el cuadro de arriba, como el mapa, y debajo las stats de los personajes. Éste último recién se amplía al querer modificar el equipamiento que se lleva encima o utilizar algún objeto, por ejemplo.
Lo recién comentado tiene un grado de personalización, así como también podemos escoger entre qué versión queremos comenzar, como la japonesa o americana. A su vez, se añadieron otras cuestiones como el rebobinado y guardado rápido.
En cuanto a dinámicas, recordemos que la DS poseía soporte táctil y eso se pudo conservar, en medida, en esta versión para Nintendo Switch y Steam Deck. En PS5 tendremos momentos donde se podrá usar el panel táctil del DualSense, pero en Xbox no será posible por la configuración de su joystick. Asimismo, en ocasiones encontraremos Quick Time Events, los cuales se incorporaron para añadir mayor agilidad.
Ambas versiones de Haunted Castle no se quedan atrás en conexión a la personalización, debido a que también podremos modificar la dimensión de cuadro visual que preferimos, así como la presencia (o no) de filtros y el nivel de dificultad, entre otras opciones.
Cuando se trabaja en este tipo de bundles, un detalle que puede pasar un tanto desatendido pero que es fundamental, es el pragmatismo del menú de inicio. Es importante poder distinguir entre las distintas entregas para arrancar con la que deseemos. Aquí me pareció que se entendía perfecto, por la distribución que maneja. Cada título tiene un recuadro y encima cuenta hasta con una animación de referencia. Sumando contenido, veremos una solapa de Galería y otra de Música, donde podremos encontrar bocetos, imágenes y las distintas canciones de estos juegos.
Concluyendo, me gustó mucho la propuesta de recuperar aquellas entregas en esta colección. Es una linda excusa para jugarlas, tanto si ya las habíamos recorrido anteriormente como si recién decidimos adentrarnos en la franquicia o si no pudimos explorarlas en su debut original.
Publicada originalmente el 30 de Septiembre de 2024, en Instagram.