Hay títulos que son especialmente de chill y que incluso combinan muy bien con el hecho de estar realizando otra actividad a la par, como escuchando música, una grabación o un video que no requiera de nuestra absoluta atención a lo que suceda en el monitor, oír el relato de un partido de fútbol o también ir viajando, por ejemplo. Por mi experiencia jugándolo, stitch. me pareció uno de esos exponentes y aquí hilvanando algunas palabras les cuento un poquito más de él.
La entrega, desarrollada por Lykke Studios, se estrenó originalmente en 2022 para Apple Arcade y en Abril del año pasado se incorporó al catálogo de Nintendo Switch. La idea central de su jugabilidad es ir emulando la sensación de bordar e ir completando de a poquito —por zonas— los diferentes diseños, pero tiene un twist. Combinándose esa mecánica con la deducción y los puzzles, en cada sector del patrón observaremos números que nos indican los cuadraditos que nuestras puntadas deben abarcar. El trazo es continuo, por lo que en un mismo desplazamiento tenemos que cumplir con las unidades que se nos piden. Cabe aclarar que en sí no hay límites de intentos y detalles como los colores de los hilados así como la forma en sí del tejido, nos pueden dar una noción de cómo debemos resolver cada sección.
El aspecto visual es muy agradable, colaborando a esa impresión naif y de relax que les comentaba al principio. En adición, gráficamente está bien representada la textura de las tramas y el efecto de transición que ocurre al terminar una zona es simpático, ya que las pequeñas puntadas se integran formando un bordado prolijo.
Para ir confeccionando tendremos más de 180 lienzos, los cuales tienden a ser bastante coloridos. A los mismos los encontramos separados por temáticas, aunque en ocasiones algunos están contemplados en más de una categoría. A su vez, notaremos que hay diferentes grados de complejidad en relación al tamaño de cada modelo y a las paletas cromáticas presentes. Cabe comentar que además de los aros que vienen con la copia original, también hay disponible un DLC que añade aún más.
Dicho esto, en mi opinión el gameplay puede llegar a sentirse un tanto repetitivo. Si bien existe esa extensa cantidad de patrones y está la curiosidad por develar el dibujo final de todos ellos, la jugabilidad en sí se mantiene relativamente estática y al cabo de un tiempo podría aburrir. En mi caso, tenía muchas ganas de jugar esta entrega y, aunque fueran muchísimos bastidores, por las ansias pensé que lo finalizaría en pocos días. Sin embargo, se convirtió en un título para ir jugando de a poco, para no llegar al punto del agobio.
Así como señalo eso, el juego tiene una característica que motiva a retomarlo periódicamente y es el hecho de poseer desafíos por tiempo limitado. Diaria y semanalmente se irán ofreciendo nuevos diseños, algunos con motivo shikaku y otros en relación a alguna efeméride o dato curioso.
Concluyendo, stitch. fue una propuesta que me agradó. Me parece una de esas entregas simpáticas para cortar el día y/o para realizar un par de aros antes de ir a descansar. Incluso, al contar con soporte para la pantalla táctil, se le añade dinamismo a su jugabilidad, haciendo más rápido el ir completando cada fragmento (siempre siendo delicados con el pad, por supuesto). ¡A bordar se ha dicho!