No quiero terminar el año sin escribir y dedicarle unas pequeñas palabras al —no voy a decirle GOTY porque siempre hay que procurar mantener la objetividad— pero sí, al título que más jugué este año y mi preferido del 2024. El Supermarket Simulator.
Hace unos días, en relación a la reseña del Microsoft Flight, comentaba que el género de los simuladores cada vez me fue gustando más desde hace un tiempo hasta la actualidad. Y creo que es esa pequeña picardía, como de los niños, de jugar a hacer algo nuevo o a practicar una actividad alejada a lo que cotidianamente tenemos al alcance.
Mi primer pensamiento cuando vi este lanzamiento fue “¿realmente puede llegar a enganchar una entrega que emula la dinámica de un supermercado?” y luego de varias horas pasándomelo fenomenal tengo que decir, que al menos en mi caso, sí. Creo que parte de ello depende de todos los factores que pueden estar ocultos a simple vista.
En síntesis, es un exponente de gestión en el que día a día tendremos que ir organizando todo para que el movimiento del mercado se vaya desarrollando debidamente, pero para eso tendremos que estar pendientes de varias cosas, como licencias, mobiliario, empleados, fluctuación de precios, stock y depósito. A medida que vayamos desempeñando esa administración de forma correcta, el nivel de la tienda irá aumentando, permitiéndonos desbloquear nuevo contenido.
Realmente como si de una gran cadena de elementos se tratara, todo estará conectado con todo. En primer lugar están las licencias, que representan packs de nuevos productos para ofrecer al público. Entre ellos, algunos se tendrán que exhibir en góndolas, pero otros necesitarán de congeladores o neveras. Ahí entra en escena lo que es equipamiento, lo cual representa un costo más a tener en cuenta al procurar disponer de mayor variedad de mercadería. Por supuesto, también irá requiriendo que ampliemos el espacio de atención al público y del almacén, donde guardar las reservas de stock.
Cuanto más completo esté nuestro local, más significativas irán siendo las ventas, lo que nos llevará a precisar de un aumento de velocidad en la reposición y cobranza, implicando un posible crecimiento en la planta de empleados. Aquí es importante destacar que nosotros podremos ir haciendo un poquito de cada rol, de hecho será casi imprescindible que lo hagamos; atendiendo por momentos la caja, comprobando el inventario, haciendo pedidos y acomodando el comercio según nuestro criterio.
Como aclaraciones adicionales, iremos teniendo que pagar facturas con cierta periodicidad y además podremos solicitar préstamos al banco.
Hay ciertos detalles del juego que valoro por sobre todo. El primero es la curiosidad por cómo serán los artículos que consigamos al acceder a una próxima licencia. Es casi como abrir el regalo de Papá Noel, el descubrir efectivamente cómo es el packaging, en qué sector tendremos que ubicarlo y calcular su valor de manera que nos resulte redituable.
Procurando llevar la inmersión a lo más verídico, y aunque sea fácil programar operaciones matemáticas, si prestamos atención notaremos que en la computadora de cada caja se observa el detalle de cuántas unidades de cada ítem se está llevando el cliente y veremos la multiplicación según el precio que nosotros hayamos fijado, para luego calcular la suma total de la compra. Es curioso lo pulido que está en ese sentido el código, debido a que frecuentemente tendremos que ir actualizando los valores ya que al iniciar cada día se nos notifica acerca de qué artículos subieron y/o bajaron su costo general, y siempre en el monitor del mostrador se proyecta correctamente la tarifa que tengamos fijada en ese día. Esa fluidez de cálculos también está presente al advertirnos de cuánto es el vuelto que tenemos que devolver.
Por otro lado, está el compromiso de los desarrolladores (Nokta Games) para ir mejorando y expandiendo la jugabilidad y su experiencia. Desde su estreno en Early Access, se han ido arreglando determinados bugs que podían presentarse y ya se han comenzado a incorporar acciones que estaban anticipadas como: las tareas de mantenimiento y limpieza, la posibilidad de incluir música ambiental, la compra de máquinas de autoservicio, una tablet para acelerar la confección de pedidos, la opción de colocar carteles para diferenciar las distintas secciones del super y las alternativas de personalización (nombre del negocio, colores de pintura, diseños de suelos y más), entre otras actualizaciones.
A su vez, y no siendo menor, la entrega cuenta con una versión de prueba llamémosle, conocida como Supermarket Simulator: Prologue. La misma es gratuita y viene de lujo para dar los primeros pasos y comprobar si es, o no, una propuesta de nuestro agrado, antes de eventualmente comprar el título. En mi caso, mi contacto inicial con el proyecto fue a través de ella, para ver cómo era el gameplay y si me resultaba entretenido. Habiendo visto que sí, posteriormente tuve la grata oportunidad de disfrutar de su edición completa (agradecimiento aparte a quien facilitó ello).
Está claro que aún quedan algunas cuestiones para ir trabajando, como que el diseño de los NPCs sea un tanto repetitivo por si se quiere, pero considerando que ya se han ido reparando y generando nuevas dinámicas —habiéndose estrenado en Febrero de este año y en fase de Acceso Anticipado— no es difícil pensar que ya se irán aplicando más novedades. También es válido comentar que los creadores quizás tenían otros lapsos planificados para ir haciendo los upgrades, pero por el ‘boom’ que recibió su lanzamiento por los streamers, los tiempos tal vez debieron agilizarse para satisfacer al público y supieron hacerlo bastante eficientemente.
Llegando al final de esta reseña que nadie pidió pero que tenía muchas ganas de escribir y publicar, siento que Supermarket Simulator es un muy lindo juego para divertirse y rolear. Personalmente, cuando era chica me gustaba hacer de cuenta que era cajera de un mercado y con este exponente me reencontré con eso. Incluso el poder cobrar en efectivo y dar el vuelto correspondiente o marcar el importe con el teclado numérico en las operaciones con tarjeta, nos involucra más en el papel y lo hace más lúdico.
Sin dudas podemos limitarnos a hacer las tareas que el título propone y listo, pero me agrada sentir que los simuladores no vienen con historias definidas, como otros lanzamientos, sino que en estos casos las podemos crear nosotros. Queda en cada uno el hecho de disfrazarse e inventar un personaje y su motivación para abrir este tipo de comercio. En esto soy repetitiva, pero creo que además el hecho de poder combinar esa narración con nuestras canciones preferidas de fondo, le suman identidad a ese ratito de juego.